sábado, 17 de marzo de 2012

Just like, magic; Segunda parte - Capítulo: #1

Segunda parte: Huse Way (Junio – 1999)

Capítulo: #1

Entre trabajo, comidas, reuniones, trucos de magia y conversaciones complicadas, Michael no había tenido tiempo para pensar en esa extraña sensación que tenía al ver a los ojos del mago. Unos días después de cerrar el trato con él, mientras trabajaba con Iero, decidió hablar del tema, esto dio un gratificante resultado.

- ¿Tú que sientes al verlo a los ojos? –
- ¡No sé! Es algo muy difícil de explicar, es como si me llevara a un mundo paralelo donde puedo hacer las cosas más locas y estúpidas sin pensarlo dos veces – Frank negó con la cabeza, impotente.
- ¿Pero no sientes una conexión con él? ¿algo así como si lo conocieras de toda la vida? – intentaba más que nada asegurarse que esa sensación no era solo suya.
- No... – el semblante de Frank se había tornado sombrío y era más que nada por la increíble confusión que sentía; porque su corazón quería dejar de latir cuando estaba cerca del mago, una parálisis total, como si él estuviera...
- ¡Es que yo siento una conexión! – interrumpió Michael en sus pensamientos.
- ¿No será por sus apellidos? – dijo su amigo, evitando pensar en Way.
- No entiendo –
- Tú te llamas Michael Huse Way ¿no? Él lo dijo cuando te usó en su truco de magia, pero que yo recuerde él se llama Gerard Way – ambos se observaron directamente a los ojos.
- ¿Crees que somos familia? –
- No lo sé y lamento decirlo, pero no me interesa – Frank le dio la espalda, evitando el tema y dejó al otro con eso del lazo familiar rompiéndole las neuronas.

Así, luego de un poco más de un mes de pensarlo mucho consideró que tal vez si pudiese ser cierto. Tal vez ambos si eran familiares y tal vez...

Sumido en una gran curiosidad, Mikey había acompañado a Frank de vez en cuando a las presentaciones del mago, aunque su amigo iba a todas, él mismo se saltaba algunas, pues la envidia es difícil de controlar, a veces se dejaba llevar por esta y le hacía preguntas incomodas a Gerard que solo se limitaba a abrir y cerrar la boca un par de veces hasta que milagrosamente alguien lo salvaba, alguien como Frank o Macarena, su asistente. Que solía llamarlo para cosas tontas como para apagar la luz.
Michael se sentía envidioso de la gloria y fama del mago.
Pero las cosas cambiarían si lograba descifrar si ellos eran familia o no, viendo y viendo los espectáculos de magia, notó que el truco SÍ estaba en su mirada, antes de cada presentación él observaba al público y todos perdían el brillo de los ojos y no apartaban la vista del escenario. Él una vez había intentado escapar de su mirada, pero lamentablemente el mago lo había notado y otra vez lo llamó adelante. ¡Sus ojos eran TAN similares a los de este! Le colerizaba tan solo recordarlo.

Se dejó caer sobre una pila de papeles de su escritorio, suspiró fuerte y cerró los ojos. No había tenido tiempo para descubrir si eran familia o no. Pero la pregunta le causaba demasiada curiosidad y se sentía incapaz de seguir aguantando.
Abrió los ojos levemente y como si la situación le hubiera dado una repuesta, frente a él se encontraba su teléfono móvil. Lo cogió presuroso e ignorando que ya era algo tarde para hacer llamadas, marcó el número de Frankie.

- ¿Mmmhn? – se oyó al otro lado de la línea
- ¡Frank! –
- ¿Mikey? –
- Sí, soy yo – contestó impaciente.
- ¿De casualidad sabes ver la hora? – le dijo Iero un tanto más despierto
- Mañana no voy a trabajar, bueno hoy, viendo la hora... – lo interrumpió.
- ¿Ah? ¿Por qué? –
- Tengo cosas que hacer – y sin decir más, colgó.

Levantó un par de cosas y se acostó, sabiendo que más tarde podría ir a los registros de la ciudad y averiguar si ellos eran familiares. Y saber si él también tenía esa magia en los ojos. Si podría ser mago y conseguir, de una vez por todas, la gloria que tanto envidiaba...

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