sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers; Capítulo: #39

Capítulo: #39

Las puertas de Valhala.

La noche se les escapó con el alba, Frank se duchó y se alistó para salir, se arrodilló en la cama, besó suavemente la frente de Gerard

- tengo que regresar con ella... -

Gerard se sentó en la cama, aprisionando a Frank entre sus brazos

- no tienes que hacerlo -

- es necesario amor, quiero matar al Grandpa, y al tío de Law, el que mató a mis padres, por favor compréndeme... -

- compréndeme tu a mi, tengo miedo que te maten, Frank no quiero vivir sin ti, ya comprobé que es el dolor más grande que puedo sentir...el dolor de tu ausencia...-

- pero debo cobrar Gee, mi padre era un inocente y ellos lo mataron sin razón -

Gerard se levantó de la cama, recostándose junto al marco de la puerta, como queriendo impedir que Frank saliera de allí

- hay algo que me parece muy extraño sobre la muerte de tu padre... verás Frank, a mis padres los mataron los Bloody, por la droga en el auto, ellos tienen mucho dinero y la verdad no creo que tuvieran que matar a tu padre por robarle unos cuantos pesos, ¿tu estas seguro que él estaba limpio? -

Frank se paró al lado de Gerard, la ira que estaba sintiendo en ese momento no se podía disimular

- ¿Que estas queriendo decir? Acaso dudas de mi padre, ¡mierda !, ¡Gerard él era un santo!-

- Frank solo lo digo porque no es usual que ellos maten solo porque sí, siempre hay una razón detrás de todos sus crímenes -

Frank empujó a Gerard, alejándolo de la puerta para salir de allí

- lo único que buscas es hacerme enojar... o no sé que artimaña para retenerme, ya dije que voy a casa de los Bloody, y los voy a matar!-

Gerard tomó a Frank por el cuello, gritando con toda su fuerza

- eres un tonto, vas directo a tu muerte... solo te pido que te quedes acá un tiempo, que hables con tu madre, ella debe saber algo de lo de tu padre, en que andaba y porque los Bloody lo mataron... -

Frank levantó su puño y le asestó un golpe a Gerard en la cara

- Te dije que con mi padre no te metas, deja ya de inventar cosas de él, sin importar cuanto te ame, él siempre estará primero que nadie!-

Frank se marchó dejando a Gerard con su corazón sumido en el temor más grande, algo le decía que ese plan no resultaría, su intención no era hacerlo enojar, él amaba profundamente a Frank y solo quería protegerlo, pero fue infructuoso, sus palabras solo lo alejaron de él.

Gerard pasaba cada día sin Frank, deambulando en su auto, buscándolo por toda la ciudad, leyendo los apartados de crímenes en los periódicos, con temor de ver el nombre de su amado entre la lista de muertos de la noche anterior, descuidó sus negocios, los Bloody Hunters se apoderaban de todo, a él ya no le importaba nada, no tenía a su hermanito, no tenía a su amado, Silvia ya no lo reconfortaba como antes, cada día sentía que no valía la pena vivirlo, lo único que lo ataba al mundo de los vivos era esperar el regreso de Frank, ya ni su propia venganza importaba, lo único era tenerlo de nuevo entre sus brazos.

El sonido del celular retumbó en el silencio de su habitación, era Frank, se le oía abatido, desesperado solo alcanzó a decir unas frases atropelladas por la prisa

- Ve a la misión, van a matar al Padre Ray... recuerda que te amo más que a mi vida... tenías razón, mi papá no estaba limpio... te amo Gerard, espera por mí, esto ya pronto acabará, protege a Ray -

Gerard se levantó aprisa de su cama, recogió sus armas y varios cartuchos con municiones, llamó por teléfono a todos sus amigos del bajo mundo, se fue en su auto a buscar a Bob para que lo acompañara, a pesar del llanto de Viki, Bob salió del bar, despegándosela de sus piernas, a las que ella se aferraba tendida en el piso

- ¡no vayas, te van a matar Bob, por favor!-

Sus palabras sonaron como un eco lejano mientras que Gerard ponía el auto en marcha, llegaron a la misión, sus amigos ya estaban allí, se metieron en los cuartos, a esperar a los Bloody Hunters, nadie permitiría que mataran a su salvador, al único que se interesaba por ellos, los adictos que vivían allí, se armaron también, parecía más una fortaleza de guerra que una casa de Dios.

A la media noche se escuchó el estallido en la puerta producto del explosivo que le plantaron para abrir la gruesa puerta de madera, Gerard estaba en la habitación que Ray compartía con Ale, salió de allí advirtiéndole a Ray que no saliera hasta que él regresara, corrió por el pasillo abriendo fuego indiscriminado contra los Bloody, veía como caían al piso los cuerpos de sus amigos, los cuerpos de los Bloody, en un charco de sangre digno de una cinta de cine gore, pensó en Frank, en lo fascinado que estaría con esta escena, Bob le gritó "¡cuidado Gee, detrás de ti!", Giró su cuerpo con rapidez, pero el Bloody disparó antes de que Gerard pudiera levantar su arma, solo pudo agacharse para esquivar la bala que viajo sobre su cabeza para clavarse en el pecho de Bob.

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