domingo, 12 de agosto de 2012

Think happy thoughts; Capítulo: #20

Capítulo: #20

— Pero tú pregúntame y yo te respondo ¿Bueno?
— Okay ¿Dónde naciste?
— ¡Uf! -suspiré- Nací en Milán, Italia.
— Eres el mayor ¿Verdad? -Esto me recordaba las conversaciones que tenía con mis amigos cuando era pequeño
— Si. Mis padres iban a tener a otro hijo, pero murió en el vientre de mi madre. Luego vine yo y dos años más tardes mi hermana.
— Y en el colegio ¿Como te iba? ¿Eras buen chico?
— Durante toda la primaria fui un chico ejemplar. Era el primer lugar en todo. Nunca llegué ni con malas calificaciones, ni malas noticias a mi casa. -hise una pausa tratando de recordar como había sido todo.-Cuando llegué a secundaria todo cambió. El primer maño, comencé a hacer cosas "indebidas" -reí-
— ¿Como qué, Frankie? -sonrió
— Por ejemplo, todos los viernes, luego del colegio, me iba con mis amigos y comencé mis andanzas con el alcohol -reí-. Lo pasábamos genial. Mis padres nunca se dieron cuenta de cuando llegaba casi ebrio a mi casa. -reí nuevamente- Bueno...me comencé a mover dentro del mundo "homosexual" es decir, comencé a tener amigos así, pero siempre me dije "No, Frank. Tú eres heterosexual", hasta que apareció Iann.
— ¿Quien era él? -estaba tan atento a todo lo que yo le contando
— Iann, era amigo de mi amigo. -reí ante lo estúpido de la respuesta- Era un chico muy simpatico y bastante sensible. Creo que esa fue una de las cosas que me atrajo de él. Tenía una mente muy infantil e inmadura. -reí al recordarlo-.Nos fuimos haciendo amigos y me di cuenta de que yo sentía algo más grande que una amistad. Nunca me atreví a decir que estaba "enamorado", pero creo que anduve cerca. Él era una caja de sorpresas. Me ponía tan nervioso al verlo...¡Era verdaderamente terrible!
— ¿Qué sucedió con él? -levantó una ceja
— Bueno...Un día le conté acerca de esta confusión que tenía con él...Y de apoco comenzamos a alejarnos. Hubo muchas ilusiones...sueños...esperanzas. Él era una mier.da de persona y yo estaba conciente de eso, pero a mi me gustaba. Todo de él me gustaba. Hasta que por fin perdimos todo tipo de contacto y lo vi solo un par de veces y por casualidad. Mi madre supo, de aquella "confusión" y me entendió al principio -paré.- Gerard, preferiría obviar ese episodio de mi vida. No me gusta contar lo que sucedió después. -el asintió y sonrió- Y mi vida fué así...tube un amigo llamado Cory. El siempre estuvo conmigo y siempre que me iba a dormir a su casa, yo llegaba con el mismo drama de siempre "Iann" y él siempre escuchaba pacientemente todo lo sucedido...hubo un tiempo en el cual nos alejamos, pero luego volvimos a ser amigos y todo fue bien. Nunca se portó mal conmigo. Podría decir que prácticamente lo amaba. Siempre estuvo conmigo. Siempre. -sonreí al recordar nuestras andanzas- También tube a Brian. Él era como mi hermano. Siempre hablabamos de nuestras espantosas vidas. Nos juntábamos de ves en cuando, pero podíamos estar toda la tarde hablando estupideces. Eramos incondicionales. Recuerdo un día que sin querer lo besé. -comencé a reír al recordarlo- Yo le había hablado de un tema, que a él le afectaba y se puso mal. Yo por darle un beso en la mejilla, tomé su rostro y él se movió. Ambos estallamos en risas.-dije y paré.
— Desde pequeño ¿Eh? -reímos
— En fin, seguí mi vida. Mis calificaciones volvieron a subir y al cumplir dieciocho, mis padres me regalaron un departamento. Mi padre era un hombre de negocios, por lo tanto dinero, era lo que le sobraba, así que no le costó mucho conseguirme uno. Linda y Cheech, mis padres, nunca estaban en casa. Mi hermana y yo viviamos prácticamente solos. Nos crío y educó mi nana, la que yo me traje para acá. Mi madre nunca nos aceptó mucho ni a mi hermana, ni a mí. No recuero ninguna muestra de afecto, lo que trataban de cubrir con dinero. Luego que me fui, empesé a trabajar, por que me aburría el no hacer nada. Guardé dinero y me vine a vivir aquí. Mi hermana, me pidió que la trajera a vivir acá, por que ya no soportaba vivir literalmente sola. Tuve un par de novios y de novias. Conocí a Bob y luego a tí...-rocé la punta de su nariz
— Interesante...-dijo moviendo la cabeza de arriba abajo
— ¿Interesante? ¡Es la cosa más aburrida del mundo! -reí
— Tu vida es interesante...En cambio la mía ¡Uf! Eso si es aburrido.
— Eres la mejor persona que he conocido y te amo. Y no eres para nada aburrido, me entretengo mucho contigo...-me acerqué, hasta apoyar mis manos a los costados de sus caderas (él reposaba sentado sobre la cama)
— ¿Si? ¿Te entretienes? -asentí- ¿Cuanto? -lo besé
— Mucho -volví a besarlo- Mucho -nuevamente mis labios tocaron los suyos
— Sabes que el tono que estás usando, causa estragos en cierta parte -reí ante su comentario
— ¿Si? Puedo ayudarte.- sonreí

— No lo sé -revoloteó sus ojos en la habitación- Frank, cuidado, botarás...-no lo dejé terminar y me lancé sobre él, botando todo lo que le había llevado de desayuno. La bandeja con todas las cosas, cayeron al suelo. Me fui recostando de apoco sobre él, con mis piernas abiertas.-¡Mierda!-vibró mi celular en el pantalón. -¿Demi? -era mi hermana- ¿Qué sucede?
— Quería saber si...Harás lo que me prometiste -me estaba recordando la promesa que le había hecho.
— ¡Oh! Eso...-pensé- Bueno...Esta noche ¿Está bien?
— Genial. Te amo, hermano. Adiós y saludos a Gerard -se despidió
— ¿Qué pasó? -preguntó Gee, sentándose nuevamente
— Demi...Quería saber si la haría correr esta noche -en su rostro se dibujó un signo de interrogación- Es que ella me pidió que la incluyera en alguna competencia. También le gusta esto de la adrenalina...
— ¡Oh!¿Y la harás correr esta noche? -preguntó Gee
— Aham. Ella sabe muy bien como conducir. Creo que no hay problema. -sonreí y el hizo lo mismo.
— Me iré a bañar. -dijo levantándose de la cama solo en bóxers. Debo admitir que se veía completamente sexy y me gustaba. -¿Qué miras? -dijo cuando yo me estaba relamiendo los labios, mirándolo de pies a cabeza
— A ti ...-me acerqué y lo tomé por la cintura. Lo besé-
— Sé a donde llegará esto, Frank. Y ¿Sabes? Aun me duele un poco. Aunque...-sonrió. ¡Mie.rda, esa sonrisa era tan hermosa!
— Aunque ¿Qué? -lo miré coquetamente
— Olvídalo, Frankie. Me voy a bañar -se soltó y se metió en el baño.


{~ Narra Gerard ~}

Me sentía en las nubes. Simplemente saber que él era mío me llenaba de esa momentánea felicidad. Suena algo pesimista dentro de lo bueno, pero es verdad. Me daba miedo el pensar que esto algun día acabaría.Nada es para siempre, Gee. Esa maldita frase, siempre había sido real, aunque yo trataba de evitarla y no hacer que se apoderara de mi cabeza, pero era imposible. Era cierto y el solo pensar en que esto se terminaría algun día me asustaba.

— ¿Quieres? -dijo Frank
— ¿Querer? ¿Qué cosa? -dije luego de ponerme la polera
— Gee...-se acercó y acarició mi mejilla con una ternura impresionante- Me encanta tu forma de ser -dejó un corto beso en mis labios y se separó. Yo no entendía a qué venía ese frase- Te preguntaba si querías ir a tomar un café...O pasear...
— Si. Creo que sería bueno. -Sonreí. Nos quedamos en silencio y me acerqué- No quiero que esto de acabe nunca...nunca. -lo abracé con todas las fuerzas de mi alma y aspiré su exquisito aroma. Aquel aroma que tanto me gustaba.
— ¿Qué pasa, Gerard? -se separó y me tomó el rostro, mirándome fijamente a los ojos.
— Tengo miedo. -lo abracé nuevamente y escondí mi cabeza en su cuello.
— ¿Miedo? ¿A qué?
— A que esto termine. A perderte...Sobre todo a perderte. -lo besé con desesperación
— Gee, ¿Hay algo que no me estás diciendo? ¿Por qué te pusiste así? -él estaba preocupado. Era an lindo...Tan hermoso. Tan angelical. Ahora entendía por qué me había enamorado de él. Ahora entendía por qué él se había apoderado de mi corazón en tan solo semanas...

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